Autor: jesusaguado

Jesús Aguado (Zamora, 1971) pasa su infancia y juventud en Fuentespreadas, Zamora. Estudia enfermería en Salamanca. En 1992 se instala en Madrid donde trabaja en varias Unidades de Cuidados Intensivos del Hospital Ramón y Cajal. A lo largo de los años ha dedicado su tiempo libre a las creaciones artísticas. En 2013 incrementa su formación artística de forma autodidacta. Compagina su trabajo en el hospital con su afición por el arte. Poco a poco siente que algo no fluye totalmente. Le gusta su trabajo, pero no le llena. Comienza un periodo de «crisis». El cuerpo le avisa con problemas físicos que no le permiten seguir el ritmo que exige su trabajo en la UCI. Se añaden otros factores familiares y sociales. Empieza a cuestionarse su vida. Se hace preguntas como: ¿Qué actividad me mantiene vivo y recarga mis baterías? ¿Si no necesitara ganar dinero, a qué podría dedicar mi tiempo? ¿En qué trabajo se me pasan las horas sin darme cuenta? ¿Qué es lo que más me gusta hacer? En 2018 deja la enfermería y se compromete de forma exclusiva con el Arte, ¡su gran pasión! Regresa a Fuentespreadas, su lugar de origen, donde trabaja en su estudio. Emprende ahora una nueva etapa, lleno de ganas y de energía. Toma la firme decisión de poner su mayor talento al servicio de la humanidad y llegar a convertirse en su mejor versión. Collages, Chiasmages, Rollages, Objetos Intervenidos, Libros de Artista, Mail Art, Poesía Visual y Ensamblajes le ayudan a construir su propio lenguaje artístico. Estudia e investiga a sus referentes. Se apropia de los campos experimentales de varios artistas para materializar las nuevas ideas que surgen en su cabeza. Se nutre de las manifestaciones artísticas de todo tipo, como la música, la literatura, el cine y las artes visuales. Su nuevo perfil profesional es «Artista Visual especializado en Collage». Los «chiasmages», donde se usan fragmentos de texto seleccionado cuidadosamente, es el tipo de collage preferido por el artista zamorano. El texto, dividido en pequeñas piezas, pierde su sentido, desaparece el valor semántico y esa amalgama de palabras sin sentido pasa a ser ahora poesía no verbal.
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